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Carmona, historia viva entre murallas, cine y sabor andaluz, Hotel Gravina 51

Carmona, historia viva entre murallas, cine y sabor andaluz

12/05/2025
Lugares que visitar
A menos de una hora de Sevilla se encuentra Carmona, una joya histórica que se alza sobre los altos de Los Alcores. Su privilegiada posición geográfica la convirtió, durante siglos, en un enclave estratégico deseado por culturas tan diversas como la tartésica, la romana, la islámica o la cristiana. Cada una dejó una huella indeleble que hoy compone el rico y fascinante patrimonio histórico de Carmona.

Desde tiempos remotos, Carmona ha sido codiciada por su ubicación, su entorno natural y su riqueza arquitectónica. Ya en época medieval, Pedro I de Castilla, conocido como Pedro el Cruel, la eligió como una de sus villas favoritas, marcando para siempre su historia y perfil urbano con la transformación de su antigua fortaleza musulmana en el actual Alcázar del Rey Don Pedro, una de las imágenes más reconocibles del municipio.

Pero Carmona no es solo piedra e historia. También es luz, color y tradición. Basta con pasear por sus calles para admirar el blanco de las fachadas, los balcones floridos y los marcos de colores vivos que dibujan un escenario típicamente andaluz. Aquí, la Semana Santa se vive de manera especialmente intensa, con una carga emocional y visual que la convierte en uno de los momentos más esperados del año. Y como no podía faltar, la gastronomía tiene un lugar privilegiado entre sus encantos.

El Alcázar del Rey Don Pedro: símbolo eterno de Carmona

Visitar Carmona implica, casi inevitablemente, detenerse ante los restos del Alcázar del Rey Don Pedro, reformado por el propio Pedro I en el siglo XIV para convertirlo en residencia real. Como su equivalente sevillano, los Reales Alcázares, este también se erigió con un marcado estilo mudéjar, que combina elementos islámicos y cristianos.

Aunque el terremoto de Lisboa de 1755 destruyó gran parte del edificio original, se conservaron varios tramos de la muralla y estructuras que hoy acogen las instalaciones del Parador. Subir a su terraza es casi una obligación: desde allí se contempla una panorámica imponente de la Vega de Carmona, que se extiende como un mar verde a los pies de la ciudad.

Una curiosidad que muchos desconocen es que, durante gran parte del siglo XX, este recinto acogió la plaza de toros de Carmona, integrando la tradición taurina en el corazón mismo del castillo.

Otros imprescindibles en tu visita a Carmona

No muy lejos del Alcázar principal se encuentra el Alcázar de la Puerta de Sevilla, que también formó parte del sistema defensivo de la ciudad. Restaurado entre los siglos XIV y XV, y más recientemente en los años 70, hoy alberga el Centro de Recepción Turística y es otra parada fundamental para comprender la evolución histórica del municipio.

Carmona también destaca por su legado romano. El Anfiteatro Romano, datado en el siglo I, conserva buena parte de su estructura sur y aunque no está abierto al público, se puede admirar perfectamente desde el exterior. Muy cerca se encuentra la Necrópolis Romana, un conjunto arqueológico excepcional con tumbas como la de Servilia o la del Elefante, testigos del respeto que los antiguos romanos mostraban por sus muertos y del interés arqueológico que ha caracterizado a Carmona desde el siglo XIX.

A nivel cultural, el Teatro Cerezo merece una mención especial. Fue construido en los años 30 por un vecino que ganó el premio gordo de la Lotería Nacional, y su estilo mezcla el eclecticismo con toques modernistas, siendo hoy uno de los principales espacios culturales del municipio.

Un paseo entre palacios, iglesias y escenarios de cine

Carmona no escatima en arquitectura señorial. El casco antiguo está salpicado de casas-palacio como la de los Briones, los Lasso de la Vega, los Aguilar o los Rueda. Muchas de estas edificaciones se han reconvertido en hoteles con encanto, conservando elementos originales y un aire distinguido.

En cuanto al patrimonio religioso, destacan la iglesia de Santa María, construida sobre la antigua mezquita mayor, y el Convento de las Descalzas, con una decoración barroca exuberante que deja sin palabras.

Este conjunto monumental y el trazado urbano andaluz han convertido a Carmona en un plató natural de cine. La localidad ha sido escenario de películas y series como Manolete, La Peste, Carmen, Fugitivas o Nadie conoce a nadie. Hay incluso rutas guiadas para los amantes del cine que desean descubrir los rincones donde se rodaron estas producciones.

A las afueras: historia grabada en piedra

A las afueras de la ciudad se encuentra la Cueva de la Batida, una antigua cantera utilizada desde época romana. De este lugar se extrajeron durante siglos los bloques de piedra con los que se construyeron muchos de los edificios de Carmona. Las paredes aún conservan marcas de canteros, símbolos religiosos y signos naturales que convierten este espacio en una especie de mural esculpido en la roca.

Comer en Carmona: tradición y sabor

La cocina carmonense es un reflejo de su historia multicultural. Aunque comparte similitudes con otras localidades de la provincia de Sevilla, tiene joyas propias como la torta inglesa que elaboran las monjas clarisas.

En restaurantes como La Almazara de Carmona, ubicado en un antiguo molino de aceite, se combinan sabores locales con técnicas actuales, en platos que respetan la esencia del producto de temporada.

En La Yedra, el encanto lo pone un patio andaluz con un limonero centenario, mientras que el paladar se rinde ante platos como el secreto ibérico con alioli de azafrán o el arroz con cremoso de boletus.

Y para quienes buscan el ambiente de una casa de comidas tradicional, Casa Curro Montoya ofrece recetas elaboradas con carnes de la Sierra Norte de Sevilla, en un entorno tan acogedor como auténtico.

Gravina 51, el punto de partida perfecto

Si te alojas en Gravina 51, hotel boutique de 4* en Sevilla centro, podrás organizar una escapada a Carmona en menos de una hora. Después de una jornada entre monumentos, historia y buena gastronomía, regresarás a un alojamiento con todas las comodidades, donde el cuidado por los detalles y el trato personalizado te harán sentir como en casa. Sus habitaciones elegantes son el lugar perfecto para descansar tras un día explorando los encantos de la provincia.

Además, gracias a su céntrica ubicación, podrás seguir explorando Sevilla a pie y disfrutar de experiencias inolvidables tanto dentro como fuera de la ciudad. En Gravina 51, cada escapada se convierte en un recuerdo único.